Desde el pasado lunes 2 de septiembre a las afueras de la plaza Rocafuerte, en Guayaquil, comenzó una huelga de hambre por parte de 19 jubilados de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), ya se empezó a ver el deterioro de salud de estos hombres quienes lo único que piden al gobierno de Lenin Moreno, es que les sean canceladas sus jubilaciones.
Uno de los jubilados de la CNEL, Lorenzo Barzola, de 70 años, le tuvieron que pasar un suero por las venas para mantenerlo estable. Este le dedico 35 años de su vida a la empresa y lo único que le cancelan son $500 mensuales de los $900 que le deberían pagar.
Otro de los huelguistas, Ramón Cantos, dio a conocer que el asambleísta Raúl Tello recogió las peticiones para presentarlas en la Defensoría del Pueblo en Guayaquil. Al mismo tiempo, manifestó que la huelga de hambre seguirá hasta que no les den soluciones, y la única solución es que les cancelen todo el dinero que les pertenece.