En medio de un clima político marcado por la polarización y la confrontación, Pierina Correa, asambleísta de la Revolución Ciudadana, se refirió al impacto persistente de su hermano, el expresidente Rafael Correa, en la política ecuatoriana. Durante su intervención, subrayó cómo el odio hacia Rafael Correa ha sido un motor que, paradójicamente, lo ha mantenido vigente en la escena pública, reforzando la narrativa de la Revolución Ciudadana. "Todo es con Rafael; y la ironía lo mantiene vivo", expresó Pierina, destacando que, a pesar de los desafíos y las adversidades que el movimiento ha enfrentado en los últimos años, la fuerza y la convicción que caracterizan a la Revolución Ciudadana permanecen intactas.

Este comentario de Pierina Correa refleja la resiliencia de un movimiento político que ha sido objeto de constantes ataques y descalificaciones, pero que, a pesar de ello, sigue teniendo una presencia significativa en el panorama político del país. La asambleísta enfatizó que la Revolución Ciudadana sigue fuerte, lo que sugiere que el legado de Rafael Correa continúa siendo un factor determinante en la política ecuatoriana, alimentando tanto el apoyo ferviente de sus seguidores como la oposición de sus detractores. La mención del odio como un elemento que, en lugar de debilitar, ha fortalecido al correísmo, invita a una reflexión profunda sobre la dinámica política y el poder de la narrativa en la construcción de liderazgos en el Ecuador.