En respuesta a la reciente masacre en Durán, el Gobernador del Guayas, Vicente Auad, ha expresado una postura contundente respecto a las responsabilidades de las fuerzas del orden. "No podemos cuidar a las personas antes de que vayan a dormir, o que vean qué están haciendo, o si van a tomar que no te van a disparar. No podemos estar de niñeros. Solo estamos para imponer el orden público", declaró Auad, subrayando las limitaciones y el enfoque de la labor policial. Estas declaraciones surgen en medio de una creciente preocupación por la seguridad en la región, donde la violencia ha alcanzado niveles alarmantes y la población clama por medidas más efectivas.

Además, Vicente Auad destacó que la masacre ocurrió en un "espacio privado", lo que, según él, limita aún más la capacidad de intervención de las autoridades en prevenir este tipo de tragedias. Su declaración ha generado una ola de reacciones mixtas entre la ciudadanía y expertos en seguridad, quienes debaten sobre la efectividad de las políticas actuales y la necesidad de una estrategia más integral que no solo imponga el orden público, sino que también aborde las raíces de la violencia. La situación en Durán pone de relieve la urgente necesidad de repensar y reforzar las medidas de seguridad en todo el país para proteger a sus ciudadanos de manera más efectiva.