Por los 489 años de fundación de Guayaquil, se llevaron a cabo varias celebraciones y eventos protocolarios protagonizados por el presidente Daniel Noboa y el alcalde Aquiles Álvarez, en eventos separados. Noboa, junto a la primera dama Lavinia Valbonesi y otras autoridades, encabezó una ceremonia en el Centro Cívico, donde entregó becas a mujeres y jóvenes, y condecoró a varias ministras. Durante su discurso, Noboa resaltó la importancia de la unidad y el progreso, distanciándose del "viejo Ecuador" y sus prácticas corruptas. Paralelamente, en el Palacio de Cristal, Álvarez, acompañado por líderes locales y representantes de diversas organizaciones, destacó su compromiso con los sectores populares, recalcando obras de infraestructura y la dotación de agua potable.

Ambas ceremonias, que ocurrieron simultáneamente, reflejaron el distanciamiento entre Noboa y Álvarez tras recientes confrontaciones políticas. Mientras Noboa hacía énfasis en un Ecuador renovado y firme contra la impunidad, Álvarez subrayaba la autosuficiencia y determinación de los guayaquileños, prometiendo continuar con su labor en beneficio de la ciudad. La jornada festiva cerró con fuegos artificiales y discursos que, a pesar de la distancia y diferencias, convergieron en la celebración del espíritu y la resiliencia de Guayaquil y sus habitantes.