La presidenta de la Izquierda Democrática (ID), Analia Ledesma, ha salido al frente para abordar las tensiones que continúan dividiendo al partido, en medio de un plantón organizado por dirigentes provinciales y afiliados en rechazo a la candidatura de Carlos Rabascall. Ledesma reconoció que, a pesar de los esfuerzos por renovar y unificar a la organización bajo la llamada "nueva ID", persisten conflictos internos heredados de la "vieja ID" que dificultan el camino hacia una cohesión total. La manifestación en Quito es un reflejo de estas fricciones, evidenciando una resistencia considerable dentro de las bases del partido.

En su pronunciamiento, Ledesma insistió en la importancia de superar estas disputas y trabajar en conjunto para fortalecer a la Izquierda Democrática, especialmente en un momento crucial para la política ecuatoriana. Sin embargo, la protesta contra Rabascall pone de manifiesto la dificultad de este objetivo, ya que muchos militantes consideran que su candidatura no representa los principios del partido. Este episodio subraya la necesidad de resolver las diferencias internas de manera constructiva si la ID desea mantener su relevancia y unidad de cara a las próximas elecciones.