En una reciente y sorprendente declaración, el asambleísta Lucio Gutiérrez ha sacudido el escenario político nacional al afirmar que "Se robaron un millón de dólares" en relación con el fallido proceso de voto telemático para los ciudadanos en el exterior, organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

El escándalo se centra en el fracaso del sistema de voto telemático, una iniciativa que se prometió como una solución innovadora para facilitar la participación electoral de la diáspora. Sin embargo, según Gutiérrez, este proyecto no solo ha fracasado en alcanzar sus objetivos, sino que también se ha convertido en un pozo de corrupción y malversación de fondos.

El asambleísta, con un tono de evidente frustración y preocupación, ha solicitado la inmediata intervención de la Contraloría para investigar el destino del millón de dólares supuestamente malgastados. La gravedad de estas acusaciones plantea serias dudas sobre la integridad y transparencia del CNE, una entidad clave en el proceso democrático del país.

La comunidad internacional y los ciudadanos en el exterior, principales afectados por este fracaso, han expresado su decepción y exigen respuestas claras. Este incidente no solo pone en tela de juicio la eficacia del voto telemático sino que también amenaza con minar la confianza en las instituciones electorales.

En conclusión, este escándalo destapa una caja de Pandora en el sistema electoral, poniendo en evidencia la necesidad de una revisión exhaustiva y una mayor supervisión en proyectos de esta magnitud. La solicitud de intervención de la Contraloría por parte de Lucio Gutiérrez marca el inicio de lo que podría ser una larga batalla por la transparencia y la integridad en el proceso electoral.