En un reciente pronunciamiento, Paola Cabezas arremetió contra Iván Saquicela, actual presidente de la Corte Nacional de Justicia, a quien calificó de "sinvergüenza". La crítica de Cabezas se centra en la permanencia de Saquicela en su cargo judicial a pesar de sus aspiraciones presidenciales, cuestionando la falta de sanciones por parte de las autoridades competentes. Según Cabezas, esta situación persiste debido a la cercanía entre Saquicela y la fiscal general del Estado, Diana Salazar, lo que habría creado un entorno de impunidad.

La denuncia de Cabezas pone en tela de juicio la integridad del sistema judicial ecuatoriano y resalta la preocupación por la politización de las instituciones encargadas de impartir justicia. Al señalar la relación entre Saquicela y Salazar como un "matrimonio", Cabezas sugiere que la alianza entre estos funcionarios podría estar protegiendo intereses personales, alejando la posibilidad de una sanción justa y transparente. Esta situación, según ella, refleja un problema estructural en el país, donde la justicia se ve comprometida por lazos políticos y la falta de independencia de los poderes del Estado.