El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha condenado enérgicamente la expulsión del personal diplomático chileno en Venezuela, calificándola como una acción "injustificable" que refleja una "intolerancia impropia de las democracias". Boric señaló que este acto unilateral no solo va en contra de las normas diplomáticas internacionales, sino que también socava los principios fundamentales de respeto y cooperación entre naciones. Según el mandatario chileno, la medida adoptada por el gobierno venezolano pone en evidencia una falta de apertura al diálogo y una tendencia a actuar de manera autoritaria, lo cual es inaceptable en el contexto de las relaciones diplomáticas modernas.

En su declaración, Boric instó a la comunidad internacional a condenar esta acción y a reafirmar el compromiso con los valores democráticos y el respeto mutuo entre países. El presidente chileno subrayó la importancia de resolver las diferencias a través de canales diplomáticos y constructivos, en lugar de recurrir a medidas extremas que solo fomentan la desconfianza y la discordia. Además, Boric reafirmó el compromiso de Chile de seguir defendiendo los derechos de sus ciudadanos y el personal diplomático en el exterior, destacando que no cederán ante actos de intimidación que amenacen la integridad de sus representantes.