Luisa González ha llamado la atención al afirmar que ningún gobierno en la historia de Ecuador ha cumplido su palabra, excepto la Revolución Ciudadana liderada por Rafael Correa. Destaca el legado de este período, resaltando un extenso trabajo de desarrollo y obras en todo el país. Sus palabras sugieren un fuerte respaldo a la gestión de Correa, presentándola como un referente de cumplimiento y acción efectiva en contraste con otras administraciones. Esta declaración refleja una visión polarizada de la política ecuatoriana, donde se exalta el pasado reciente como un modelo de logros y compromiso.

Por otro lado, las afirmaciones de González generan debate sobre la evaluación objetiva de los gobiernos ecuatorianos y la percepción de cumplimiento de promesas. Si bien la Revolución Ciudadana recibió elogios por su inversión en infraestructura y programas sociales, también enfrentó críticas por cuestiones como la concentración de poder y la gestión económica. La declaración de González resalta la complejidad de evaluar la historia política reciente de Ecuador, donde las percepciones y las realidades pueden diferir significativamente.