La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, ha expresado su descontento ante lo que considera un intento por parte del gobierno de silenciarla y forzar su renuncia. En una entrevista con el Diario El País, Abad denunció que su traslado a Turquía, sin explicaciones claras, es parte de una estrategia para acallarla. Aseguró que no ha recibido respuestas sobre la razón de su reubicación y que su equipo se quedó en Israel. "La vicepresidenta no es un objeto de uso para un presidente", subrayó Abad, quien señaló que se le han impuesto restricciones sin recibir asignaciones concretas.

Abad también manifestó su frustración por las presiones que, según ella, enfrenta desde el gobierno, llegando a afirmar que "solo falta que me quiten la vida" para silenciarla. A pesar de estas dificultades, indicó que continuará cumpliendo con las tareas que se le deleguen, aunque considera que la situación atenta contra la democracia. Las declaraciones de Abad resaltan el tenso ambiente político que rodea su gestión y su relación con el actual gobierno, al que acusa de querer limitar su capacidad de acción.