“De verano era una polvareda muy grande… Un camino vecinal hacia las comunidades como Colorado y Balzar, entre otras. Era complicado transitar en vehículo, pero todo ha cambiado con la construcción de la vía de Puerto Arturo”, explica el taxista Ángel Zambrano Alcívar.

De sus 62 años de edad, tiene 30 como taxista. Inició en la cooperativa Vencedores. Ha recorrido cada rincón de la ciudad y conoce la realidad de los barrios. “Antes era más difícil transitar, ahora la vía ha transformado a Puerto Arturo”, afirmó.

Zambrano trabaja en la cooperativa “Andrés Delgado Coppiano”. Dice que atrás quedaron los daños constantes por el mal estado de la vía... “Los baches y hoyos eran el pan de cada día”.

Además de contar sus vivencias como taxista, Zambrano considera que serlo le ha permitido solventar a su familia y que estudien sus dos hijos, ya profesionales. De lo único que se ha enriquecido, expresa, es de esa satisfacción y del conocimiento de la realidad de cada sector.